Tal
como había sido organizado, el pasado día 6 de noviembre celebramos el CXIX
Foro de debate Jubicam, correspondiente al XIV Ciclo que, con el sugestivo tema
“LA CONCATEDRAL DE SAN NICOLÁS DE ALICANTE: NUEVAS PERSPECTIVAS” fue
desgranado, de manera interesante y atractiva por el ponente D. ALEJANDRO CAÑESTRO DONOSO, Doctor en
Historia del Arte por la Universidad de Murcia con una tesis sobre el arte
barroco en la provincia de Alicante. Ha sido profesor invitado en el Museo del
Prado, Museo Nacional de Escultura, Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando y Museo de Bellas Artes de Alicante. En la actualidad es Profesor del
Departamento de Construcciones Arquitectónicas y de la Universidad Permanente
de la Universidad de Alicante. Asimismo, es el director del Aula de Arte de la
Universidad de Alicante. Entre sus numerosas publicaciones, citamos
«Arquitectura y programas artísticos en la provincia de Alicante durante la
Edad Moderna» (editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
Madrid, en 2015).
Nuestro
compañero Antonio Aura hizo la presentación del acto, ofreciendo unas
pinceladas del tema que, seguidamente, desarrolló de forma muy amena el Dr.
Cañestro, quien en primer lugar ofreció disculpas por la cancelación en junio
de este mismo debate, que hubo de suspender por razones de salud.
Puso
de manifiesto el Dr. Cañestro las circunstancias que fueron determinantes para
que la hoy Concatedral de San Nicolás alcanzara en el siglo XVII el título de Colegiata
en intensa pugna con la Iglesia de Santa María, por aquél entonces de mayores
dimensiones y con mayor arraigo.
La
actual Concatedral inicia su construcción en 1616 y lo hace marcando un hito en
la arquitectura de la época al dotar a la nave central de doble altura y hacer
descansar la cúpula directamente sobre los muros. En su origen estaba prevista
la existencia de cuatro puertas, abiertas a los cuatro puntos cardinales,
aunque, finalmente, se omitió la de la fachada trasera.
Por
otra parte, se cumplió con la obligación de no cesar en la realización de
cultos durante la construcción, por lo que se mantuvo una zona de la parte
antigua sobre la que se fue construyendo en sucesivas etapas.
La
construcción se acabó en 1660, lo que marca también un hito puesto que se
construyó “tan solo” en 44 años.
De
la obra destaca la mezcla de estilos arquitectónicos a través de las sucesivas
épocas, su fiel seguimiento de las formas geométricas y la exactitud de las
proporciones entre sus elementos. Asimismo, el uso “a la española” del mármol,
basado en utilizar, únicamente, los colores rojo, blanco y negro.
En
cuanto a la temática de culto, la iglesia fue concebida basándose en: la
Eucaristía, la Virgen, los Santos y sus reliquias, todo ello en oposición
frontal a la reciente, por aquel entonces, Reforma Luterana.
Expuso,
asimismo, el Dr. Cañestro las recientes investigaciones acerca de la autoría de
la construcción que, en principio atribuida a Agustín Bernardino, sugiere que
este era, simplemente, uno de sus constructores, que cobraba por obra
efectuada.
Fueron
más los datos aportados por el ponente, cuyo reflejo estará disponible en el
próximo Boletín Jubicam.
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