Continuando con lo publicado anteriormente relacionado con el "habla murciana" ofrecemos este nuevo capítulo
En el límite de la región
levantina se encuentran estas dos poblaciones, cuyos municipios constituyen
tierras de transición hacia la Meseta; seguimos por tanto en zona que aglutina
características lingüísticas manchegas y murcianas, al igual que hemos visto en
la vecina Fuente-Álamo. A partir del trabajo de la lingüista Remedios López
Jiménez, El habla de Hellín y Tobarra, trataremos de distinguir las
particularidades y diferencias dialectales existentes entre ellas citando algunas
de las más acusadas:
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Ensordecimiento y aspiración de la –s, que produce fenómenos de
pronunciación: las vecinas= lah fecinah;
las botas= lah fotah; las gallinas=lah jauinah.
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Pérdida de la –d intervocálica, sobre todo en el lenguaje popular: mercado=mercao; estado=estao;
arreglado=arreglao; vivido=vivío.
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Metátesis de –r en determinados vocablos del habla vulgar: pobre=probe; persignar; presinar; Gabriel=Grabiel.
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La –l final de sílaba interior se pierde en vocablos como: alguacil=aguacil; alpargate=apargate;
albarca=abarca. Tambien se da la reducción del prefijo –des, resultando palabras como esconchar por desconchar, eslavazar por deslavazar ó efaratar por desbaratar.
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Son habituales los superlativos terminados
en –era, como pelambrera, montonera, escombrera.
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Los diminutivos suelen formarse con –ico, aunque no son tan comunes como en
Murcia. Por último, hay que señalar que en todos los estratos sociales la –x se pronuncia como –s. –
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Tanto en Hellín como Tobarra, el hábito de
alocución es bastante reposado y toda la zona es yeísta, aunque éste es un
fenómeno cada vez más generalizado.
La
actividad agrícola es muy importante en toda la comarca, por lo que sus gentes
prestan gran atención a los fenómenos atmosféricos, habiéndose acuñado un
vocabulario especial sobre los distintos aspectos del cielo, de los que
recogemos aquí una pequeña muestra:
Boria.
Del catalán boira: neblina formada por evaporación del agua
Carlina.
Calima: partículas de polvo en suspensión que se forman en días muy calurosos y
cuya densidad dificulta la visibilidad.
Palmera.
Nube blanquecina y alargada en forma de palma.
Gorrinos.
Nubes blancas, de forma de vellón, diseminadas por el cielo.
Emborregado.
Aborregado.
Zorruno.
Se aplica al cielo para indicar que está cubierto, y por ello escaso de luz
solar.
Cejo.
Franja oscura en el cielo, formada por nubes tormentosas.
Nulo.
Nublado
Chispainas.
Lluvia menuda y débil.
Chamusquina.
Aguacero repentino de corta duración.
Tronisca.
Acción de tronar larga y continuada.
Escampiar.
Escampar, cesar de llover,
Morear.
Amainar
Peludo.
Helada
Guielo.
Hielo
Chuzo.
Carámbano de hielo.
Viruje.
Temperatura muy fría y desapacible.
Recochura.
Ambiente fresco, generalmente en las noches de primavera y otoño.
Refrior.
Ambiente frío, de temperatura baja.
Calorina.
Calor fuete y sofocante.
Resol.
Calor excesivo provocado por la reverberación del sol.
Solanero.
Solanera, lugar expuesto al sol, sin resguardo alguno.
Por
último, se puede observar que a medida que nos alejamos del levante escasean
los posibles vestigios valenciano-catalanes, pero pueden distinguirse formas y
variantes murcianas.
Francisco Ramírez Munuera