El
miércoles día 7 de marzo se celebró en la Sala Camon de la Fundación Cam el
Foro de Debate titulado “LAS CRISIS ECONÓMICAS MUNDIALES EN EL SIGLO XX y XXI:
1929 y 2007. EL CASO DE CATALUÑA”
Rafa
Olivares presentó al ponente, Alfredo Masó Pareja, recordando su participación
hace un par de años
hablando del Brexit con datos que nos sirvieron para contrastar opiniones. Licenciado
en Económicas, doctor por la UA y estudios de postgrado en la Universidad de
Manchester, es profesor de Fundamentos de Análisis Económico en la Universidad
de Alicante. Colaborador de Información, ha publicado varios libros de macroeconomía.
Ha sido Consejero CAM y Presidente de su Comisión Control.
Inició
su intervención recordando su tiempo en la Caja e indicando que lo que ocurrió
con las Cajas está relacionado en parte con la charla de hoy, cuyo objetivo no
es hablar de Cataluña, sino de las crisis económicas resaltando la gravedad, no
solo de sus dañinos
efectos económicos, sino también de sus efectos colaterales, más destructivos
que los económicos. Esta es la segunda vez que vivimos una crisis de alcance
mundial aunque señaló que una de las más importantes fue la de los años 70.
Introdujo, además, la reflexión de que no por coincidencia, las crisis son también
periodos de turbulencia desde un punto de vista político y social.
La
crisis de 1929, la Gran Depresión: Habló de sus efectos negativos y del inicio
de la recuperación económica con el New Deal de Roosevelt, con recetas tímidas,
paliativas, y leyes proteccionistas de dudoso éxito al mundializarse. (Similitud
con el America First, o con el Brexit, etc.) El dólar sustituyó a la
libra. (Hay paralelismo entre la relación compleja USA-China actual, su mayor
prestamista, y la que la tuvo entonces USA-Gran Bretaña.)
En
los años 30 se potencian los movimientos populistas y sindicalistas de corte
fascista como los que aparecen en Alemania, Italia o Gran Bretaña e incluso en Estados
Unidos. También en
España y Cataluña; los enormes gastos en armamento a finales de los 30,
preámbulo de la Segunda Guerra mundial resuelven la crisis. Y a España le
afecta provocando un segundo frente de inestabilidad, el político, además del económico.
(La de los años 70 también estuvo inmersa en un cambio de régimen político. Y en
la actualidad se repite el intento de secesión de Cataluña aprovechando
situaciones de malestar, tensión y debilidad, creada por la crisis, con la
impresión de ver un país incapaz de resolver sus problemas.)
Tras
la Conferencia de Bretton Woods (1944) y
hasta 1972-73 se vive un período de estabilidad
económica que se
altera por la incapacidad de respaldar con oro los dólares impresos para
financiar la guerra del Vietnam. Se reintroduce la movilidad de capital y tipos
de cambio flexible en un período de internacionalización del que se deriva la
crisis del
petróleo, de energía y materias primas. La estanflación alcanza a todos los países; en el ínterin, en
1957 se firma el Tratado de Roma que dio origen a la Unión Europea.
A
partir del 73 las crisis ya no son excepcionales, afectan a determinadas zonas
y aquí también se sufren. Como en 2007
la de las hipotecas subprime, hasta 2012 en que Mario Dragui mejora la
situación. La crisis del 2007 se desencadena, como la de 1929, en el sector
financiero; mal gestionada por Greenspan, incompetente Presidente de la Reserva
Federal quiebran los bancos (en España las Cajas.)
En
Cataluña había plan sistemático para llevar a cabo la secesión, muy bien
elaborado por el colectivo Wilson de economistas catalanes, relevantes en el Procés. Pero mantenerse en la Unión
Europea tras la secesión es insostenible tal como argumentó Josep Borrell en su
libro sobre las mentiras del Procés
en su propuesta tramposa: Entrar en Europa sería inaceptable por su efecto
contagio a otras regiones (Veneto, Lombardía…) y vetado por España; como
también la falsedad de que España nos roba. Las empresas se han ido no solo
porque perderían el espacio europeo sino también porque pierden su mercado
español.
La
peligrosidad de las crisis es evidente cuando no se resuelven bien; en Europa
casi se lleva por delante el Euro y la construcción Europea, cuya unión
monetaria sigue en peligro por los partidos populistas que crecen, en Italia,
Alemania… y la subida de la extrema derecha. Ni Holanda ni otros países están
alejados de esa idea de “nosotros primero” y la vuelta a esas economías
nacionales que tan destructivas acabaron siendo. No puede haber soluciones de
un solo país porque esta economía es global. Y aunque siguen las amenazas,
Europa y España han iniciado la senda de la recuperación.