Continuando con la serie de publicaciones referidas al habla murciana, ofrecemos este nuevo capítulo
Vega
Alta
La Vega Alta del Segura es una rica extensión de
huertas, configuradas a partir de un sistema de azudes que alimenta las
acequias para irrigar el terreno; desde la represa de Ojós (del árabe Hûsûs:
¨los huertos¨), sale por su margen derecho el canal de Ojós-Villanueva y el de
Ulea por el izquierdo hasta llegar a Archena, aportando agua a las tierras de
la zona.
El tramo fluvial que discurre entre el sur del Altiplano y el norte del Valle de Ricote tiene más de 140 kilómetros de longitud e incluye los municipios de Cieza (Siyâsa), Abarán (Fauarán) y Blanca (Negra). En la cabecera de la Vega, la confluencia de los ríos Quipar y Segura da origen al Cañón de Almadenes, una espectacular garganta que parte en dos el gran macizo de mármol rojo que puede apreciarse en la imagen siguiente:
Cañón de Almadenes
Al final de la angostura se encuentra el Gorgotón,
una fuente que nace en el lecho fluvial por la descarga subterránea del acuífero Sinclinal de Calasparra. Del manantial brota a borbotones un agua sulfurosa
que resulta amarga al paladar; los árabes lo llamaron Ain Xaitan u Ojo de Satanás, describiéndolo así porque cuando las
aguas se enturbian aparece una mancha negruzca en el fondo del río.
El
Licenciado Cascales indica que al valle se entra por el desfiladero de la
Fuente Negra. En la zona se encuentra Blanca, localidad nombrada antiguamente Negra;
según el profesor Yelo Templado esta denominación podría derivar de las voces nigra: “junto al río”, o
niegra: “la del río”. Pero existe también otra hipótesis, seguramente más
plausible, recogida por el historiador Govert Westerveld en su obra De Negra a Blanca; según ésta, en época islámica los
musulmanes construyeron
una estructura fortificada sobre la Peña Negra, llamada así por el tono
negruzco de su roca volcánica.
Tras
la conquista del valle de Ricote en 1285, el rey de Castilla don Sancho IV donó
a la Orden de Uclés toda la comarca y los santiaguistas establecieron como base
de su encomienda el Castillo de los Peñascales, alzado sobre el antiguo hisn de Riqūt. Los monjes
guerreros no debieron
considerar muy adecuada la connotación fúnebre de Negra, así que tornaron el
nombre del pueblo por su antónimo; otra
posible explicación es que el cambio se hiciera en honor a doña Blanca de
Borbón, reina consorte de Castilla que fuera abandonada por el rey Pedro I y
defendida por don Fadrique, Maestre de la Orden. Sobre este episodio Westerveld,
Cronista de Blanca, recoge un mordaz romance de la época:
Entre las gentes se dice,
mas no por cosa sabida,
que la Reyna Doña Blanca,
del Maestre está parida
Entre los asentamientos islámicos del histórico
valle morisco se encuentra la población referida por fuentes árabes con el
nombre de Siyâsa, situada
estratégicamente en el Cerro del Castillo. Tras ser sofocada la
sublevación mudéjar de 1264 por las tropas cristianas, el enclave sería
paulatinamente abandonado por los musulmanes;
posteriormente, los nuevos pobladores se instalarían en la margen izquierda del rio Segura, en el lugar donde está emplazada hoy Cieza.
Las formas de expresión de la comarca se
hallan actualmente diluidas con el castellano normalizado, pero aún mantienen
una relativa persistencia en la huerta ciezana, que se distingue por su
entonación característica; aunque representa la variedad dialectal de la Vega
Alta, el habla local tiene un acento distinto al de las poblaciones próximas. En
El habla abaranera y su entorno en el
conjunto de hablas murcianas, José Gil Olcina comenta sus diferencias
dialectales:
93holinaSiyasa
Cieza:
Tendencia a la abertura exagerada de las vocales. Alargamiento de las mismas.
Iniciación de la curva melódica en un punto más elevado que el resto de los
pueblos; ejemplos difícilmente imitables con textos, serían: Chiiitoo, Bartooloo…
Abarán:
Contrario a Cieza, cerrazón en vocales y timbre sordo. Más apocope que el resto
de los pueblos y excesivo énfasis en las terminaciones agudas, sobre todo en
–ón; articulación poco matizada, tono de voz elevadísimo.
Blanca:
La característica esencial de la localidad es en el plano melódico,
construyendo las frases en sentido interrogativo; también cierta aspiración en
la v/b y asimilación de sonido cercano a la f, así como cambio de r por
l (correl, jugal).
Ricote:
Es el habla posiblemente más cercana a las antiguas formas, ya del dialecto
mozárabe, ya de la influencia árabe. Aspiración de la v/b más fuerte que en Blanca (Forrego por borrego), palatalización
excesiva de la ch, aproximándola a y (muyayo, por muchacho) y uso de
mayores vulgarismos que en los otros pueblos.
Muy interesante y didactico
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