Placa concedida a la Caja del
Sureste en 1974 (Toni Gil).
Hace unos días conocimos que el Hércules Club de Fútbol había nombrado por
vez primera una directiva, nueva responsable de Comunicación, Marketing y
demás. Le deseo mucha suerte. Ello me hizo recordar que hace unos meses remití
un correo electrónico al contacto que aparecía en la página web herculana, a la
atención de la oficina de prensa, sin que recibiera respuesta o, quizás, me
equivocara yo de dirección o, quizás, sí me respondieran y no me percatara de
ello, torpe que es uno.
La pregunta estaba relacionada con la inauguración del Estadio Rico Pérez,
en agosto de 1974, ahora que andan celebrando el cincuentenario, que se
ha realizado una película y publicado páginas sobre la efeméride. La CASE (en
1976 Caja de Alicante y Murcia, y en 1988 del Mediterráneo) recibió sendas
muestras de agradecimiento por parte del club. Una fue una placa de la imagen
de inicio, de la que reproducimos el texto:
«El Hércules Club de Fútbol en
reconocimiento a los extraordinarios beneficios recibidos de la Caja de Ahorros
del Sureste de España ofrenda a dicha institución el testimonio de su gratitud.
3 de agosto de 1974″.
Dicha placa estuvo durante años —ahora mismo desconozco si aún lo está— en
una de las vitrinas instaladas en la primera planta del edificio de la calle
San Fernando, que el Banco Sabadell cedió en uso a la Universidad de Alicante.
En su momento se catalogaron todos sus contenidos —placas, emblemas, trofeos…—
y por ello dispongo de fotografía.
La segunda fue otra placa, mural, que se instaló junto a la puerta “cero”.
El texto era:
«A la memoria del Excmo. Sr. Don
Antonio Ramos Carratalá , fundador de la Caja de Ahorros del Sureste de España,
mecenas del deporte en Alicante. El Hércules C. de F. ofrenda este recuerdo con
su imperecedera gratitud. Alicante, 3 de agosto de 1974″.
Y, más concretamente, mostraba interés en mi misiva electrónica por el
paradero de esta segunda referencia, ya que a través de un fotógrafo deportivo
me había llegado tiempo atrás la noticia de que se había erradicado siguiendo
instrucciones de un familiar del presidente actual.
Ramos Carratalá había fallecido el 13 de enero de 1970; además de fundador
de la CASE, había sido su director hasta 1966 y después presidente en 1968. Por
lo que yo recuerdo —me incorporé a los servicios centrales en mayo de del año
70— la Caja estaba contemporizando con el Hércules sin llegar a ejecutar nunca
un crédito —en torno a los tres millones de pesetas— muy retrasado que estaba
garantizado por el “viejo” La Viña. Se habló de crear una cooperativa de
viviendas en aquel espacio, con cuyos beneficios erigir un nuevo campo, pero
sería finalmente la iniciativa del presidente-constructor José Rico Pérez la
que fructificara y debió llegar a un acuerdo óptimo —hoy día sería impensable
con ninguna institución financiera— para edificar, dando nombre a una nueva
plaza en torno a la cual decenas y decenas de viviendas y locales, uno de los
cuales se reservó a la Caja, supongo que dentro del marco global acordado,
donde aun hoy subsiste una sucursal del Banco Sabadell. Obviamente, de poder
acceder a las actas del Consejo de Administración de la Caja podríamos
concretar más detalles, pero el archivo histórico se encuentra en “modo
organización”, después de que el BS el año pasado —¡doce años después!— lo
entregara a la Fundación Mediterráneo.
Pero, probablemente, aquella consideración durante años justificó esos
reconocimientos, que aunque uno lo fuera a título personal era
complementario del institucional. También recuerdo que para completar la
financiación del nuevo estadio se ofrecieron a los aficionados abonos por cinco
años, que financió también la Caja.
Es lo que tienen los hechos, que aunque hay quien prefiera olvidarlos a
menudo también hay quien mantiene algo de memoria.
Toni Gil (Publicado en la Hoja del Lunes de Alicante el 1 de julio actual)
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