No consigo desembarazarme del hecho de que amigos y familiares continúen acosándome con preguntas sobre la hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell. Presumen, supongo, que medio siglo vinculado a la CAM ha de haberme servido para tener un criterio sólido y poder aconsejar a los demás si es que han de tomar decisiones. Realmente si los preguntantes no disponen de acciones de alguno de los dos bancos, nada tienen que decidir. Tan solo esperar que, cualquiera que sea el desenlace, no mermen aun más los servicios que se prestan a los clientes, especialmente a las personas mayores que son las menos avanzadas en lo digital.
Y a este respecto, voy a citar dos ejemplos: Agost contó con oficina de la Caja de Ahorros de Novelda desde 1954. Con la venta de la CAM al BS, actualmente la oficina abre solamente una mañana a la semana, aunque cuenta con dos cajeros automáticos (me resisto a llamarles ATM, sus siglas en inglés). BBVA mantiene una oficina (agencia “franquiciada”) con varios empleados. Obviamente los clientes del Sabadell verían mejorada su atención en el banco vasco, pues es de suponer que se cerraría la oficina del catalán con sede en Alicante. Por otro lado, Villafranqueza. Aquí la Caja Provincial abrió puertas en 1961, y la CAM en 1990. Tras la fusión quedó una sola instalación, cerrada posteriormente por BS, que mantiene un cajero ¡en una panadería! El BBVA dispone de una sucursal en la misma plaza de esta barriada, antaño pedanía. Parece inferirse, asimismo, que los clientes de aquel se alegrarán de poder ser atendidos ahora en este sin desplazarse a la capital o a San Vicente del Raspeig.
Habrá seguramente más casos parecidos. Y como en cualquier fusión —eso sí lo sé, porque viví más de una— habrá algún que otro cierre de oficinas cuando se coincida por ambos bancos en alguna población o zona urbana. Ello no debería suponer problema para los clientes si en la que perdurase se aumenta la atención personal. Se esgrime también, en contra, el argumento que a menos competencia habrá menos oferta. Me parece muy simple, pues aun restarán en el mercado bastantes entidades financieras, y es más que probable que algunas aprovechen los “huecos” que puedan crearse. Además, muchas de ellas son de mucho menor dimensión y acaso sí que deberían integrase en un grupo mayor.
¿Y los empleados? La campaña publicitaria que está desarrollando el BBVA parece intentar tranquilizar a los del BS —o quizás también a los suyos— que no descartan ERE o jubilaciones anticipadas. Es ahí donde los representantes sindicales tienen que ejercer su función para que no se perjudique a nadie con la excusa de obtener mayor rentabilidad a precio de menos plantilla.
Y después están las cuestiones fiscales, relacionadas con las sedes sociales, y otras relaciones que el BS mantiene en la provincia. Por ejemplo, ¿ha dicho BBVA qué hará con el edificio de la calle San Fernando cedido por BS a la Universidad de Alicante? O, ¿se ha pronunciado sobre su participación en el accionariado del Teatro Principal? Recientemente se han producido dos pronunciamientos, por parte de la Comisión Europea, que no va a inmiscuirse dejando a las autoridades españolas que decidan, y por la Cámara de Comercio de Alicante, que se opone a la OPA y otras patronales empresariales también en contra.
Entre tanto yo, con mis cuatro acciones del Sabadell, aquí sigo, in dubio.
Toni Gil
Publicado en la Hoja del Lunes de Alicante el 9 de diciembre de 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario