Transcribimos artículo de nuestro compañero Toni Gil, publicado hoy , con el mismo título, en el Diario Información de Alicante
Hoy día
la pregunta puede parecer ociosa, gracias a los errores o los desmanes de sus
últimos dirigentes –ya decidirá la judicatura qué corresponde sentenciar-, que
propiciaron la práctica desaparición de la última Caja con sede en Alicante.
Pero el
reconocimiento que implica situar o seguir manteniendo una placa dedicada a un
personaje individual o colectivo en una vía pública no ha de hacerse por hechos
puntuales, actuales o no, sino por una trayectoria consolidada.
La
calle Caja de Ahorros, en Vistahermosa, tiene su origen en 1952, cuando la
entonces Caja de Ahorros del Sureste (CASE) promovió la construcción de treinta
chaletitos en lo que era prácticamente un descampado, y así lo narra el
periódico Información el 29 de abril, martes, dando cuenta de la inauguración
solemne acaecida el domingo 27. No cabe inferir que se debiera –la decisión
municipal.- a este hecho concreto, sino a las continuas aportaciones que la
entidad había venido realizando por la ciudad desde su creación –como Caja
General de Ahorros y Monte de Piedad de Alicante en 1875-. Solo por salpicar un
par de datos: durante la contienda civil el Ayuntamiento de Alicante se vió
obligado a emitir billetes –ante la escasez de los oficiales, muchos municipios
así lo hicieron- y por el contravalor de las emisiones (que superaron el millón
de pesetas- se ingresó en el Banco de España de la ciudad su importe, cuyo
reembolsamiento aseguraba el papel moneda, sin devengo de interés; sin embargo,
la Caja aseguraba un 2,5 por ciento de renta al municipio con el que éste
sufragó los gastos de impresión. Por no hablar de la financiación del Mercado
de Alicante –hasta en tres ocasiones, si no yerro- y de muchos otros proyectos
sociales y culturales que todos los individuos con más de treinta años de
Alicante deben conocer, entre ellos la mayor parte de los ediles.
Se
acertó en dar esa dominación a la nueva calle, sin “apellidos”, por lo que con
el tiempo bien valdría como reconocimiento a la nueva denominación de la Caja
de Alicante y Murcia y de la CAM final, en la que también se integraría la Caja
Provincial, cuyo devenir por la ciudad también podría incluirse en el hecho
prestigioso que supone estar en el callejero. Pero es mas –sería incalculable
medir o catalogar todas las aportaciones-, se da la circunstancia de que en
1977 al celebrarse el centenario de la primera Caja de Ahorros, el Ayuntamiento
le otorga la Medalla de Oro de la Ciudad –que supongo sigue conservando
adecuadamente el Banco Sabadell en sus instalaciones-, y la Caja lo conmemora
restaurando la plaza de Calvo Sotelo, que entonces presidía el que fuera
fundador de aquella primera institución, don Eleuterio Maisonnave.
Cuando
el próximo día 31 precisamente se cumplen cincuenta años del Complejo
Vistahermosa (otra aportación, como el barrio Sagrada Familia, o las viviendas
“Bernardo Pérez Sales”) se nos anuncia que va a desaparecer el letrero en
cuestión, cuando de no existir en estos
momentos una calle dedicada a la Caja de Ahorros –como concepto histórico, sin
más- habría que aprovechar la ocasión para reparar este olvido. Y para mas
inri, el silencio culpable de la Fundación Caja Mediterráneo, quien se supone
custodia el espíritu y propiedades mundanas de la desaparecida entidad
financiera y social.
Toni Gil es miembro de la
Asociación de la Prensa de Alicante, jubilado CAM y último responsable de su
Archivo Histórico.
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