La Caja de Alicante y Murcia había adquirido en la partida de Agua Amarga en Alicante una parcela de unos 36.000 metros cuadrados, de los cuales sobre un área de unos tres mil se construyó un edificio circular compuesto de sótano, planta baja y primera, que sumaban unos cinco mil de superficie construida.
El proyecto del edificio fue obra del arquitecto José María Buyo y el aparejador Luis Santiago Márquez, un hombre de la casa. La empresa constructora, Huarte y Cía.
Allí se instaló un ordenador Honeywell Bull y los setenta empleados adscritos a este Centro de Cálculo (Explotación, Análisis y Programación de Aplicaciones, y Estudios y Sistemas comenzaron una nueva etapa.
El acto de inauguración tuvo lugar el viernes 7 de octubre de 1982 y coincidiendo con este acto el Consejo de Administración mantuvo una sesión de trabajo. Con esa instalación, desde el 2 de agosto anterior, una gran parte de las oficinas estaba recibiendo el “servicio de teleproceso” con lo cual los clientes ya podían efectuar operaciones de cualquier tipo como si fuera en la suya propia.
El edificio, a pesar de su aspecto exterior austero, ofrecía en su interior una habitabilidad confortable, con luces naturales y espacios diáfanos gracias a un claustro interior encristalado rodeado por un jardín en cuyo centro se instaló una obra, creo recordar, de Eduardo Lastres.
En las semanas posteriores se desarrolló un programa de visitas de estudiantes, a los que se obsequiaba con la reproducción de un antiguo ábaco.
Años después se edificaría en la parcela
otra instalación, destinada a empresas del grupo. Hoy, el futuro de estos
espacios estaría pendiente de cómo se estructure la anunciada absorción de BS
por BBVA.
(Toni Gil)
Fue un gran acierto, el hacer este centro de Informatica, en el que teníamos un gran apoyo en las oficinas.Cuánto lo hecho de menos ahora, pues entonces teniamos un contacto las oficinas totalmente personal.Que grandes profesionales habian alli, recuerdo uno en especial Pedro Luis Candel, muchos recuerdos.
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